Ciertas piezas de nuestro coche están sometidas a un mayor desgaste y, por lo tanto, se encuentran ante un mayor riesgo de avería. En otoño con la llegada del frío y de las lluvias se hace necesario prestar una mayor atención a ciertos elementos.
En esta ocasión, en Desguaces Gómez Alén te mostramos las piezas que más se resienten durante esta estación.
¿Cómo afecta a tu coche el otoño?
El frío y las lluvias afectan considerablemente al estado de conservación de nuestro vehículo. Neumáticos, piezas de goma, correas, manguitos del motor o limpiaparabrisas pierden elasticidad y eficiencia con las primeras bajadas de temperatura.
Si resides en zonas de montaña o donde las temperaturas son más frías, el depósito del limpiaparabrisas se suele congelar a 0ºC si es agua o a partir de -5ºC en caso de un líquido específico mezclado con agua. Esto puede provocar que se forme hielo en los cristales y escobillas del limpiaparabrisas.
Por su parte, el parabrisas es uno de los elementos que más se utilizan durante el otoño, dado el comienzo de las lluvias. Esta zona del vehículo puede mantenerse sucia, sobre todo si estacionas tu coche al aire libre, por lo que se recomienda limpiarlo correctamente con frecuencia.
La batería puede ser una de las principales perjudicadas ante el cambio de estación. Aunque, según los expertos, pueden dar problemas a partir de los 3 años de vida de un coche; el invierno puede acentuar su conservación y no permitir que el motor arranque.
Pero estas piezas no son las únicas afectadas. Con el frío la presión de los neumáticos también se resiente y comienza a resentir. Así, desciende aproximadamente unos 0,07 bares (1 psi) por cada 5ºC menos de temperatura exterior. Revisar su presión puede salvarnos de un accidente ya que nos garantizará su frenada y su adherencia. Además, es necesario revisar la profundidad del dibujo que garantice una mayor capacidad para evacuar el agua de la lluvia de manera eficiente.
Las 5 piezas que más se rompen en otoño.
Las condiciones meteorológicas adversas que afectan a los vehículos pueden aumentar las posibilidades de que el coche sufra una avería y nos impida circular con total normalidad, obligándonos en algunos casos a interrumpir nuestro trayecto.
Conoce cuáles son los elementos que más se ven afectados para mantenerlos vigilados y evitar que te pille desprevenido.
Aunque su funcionamiento es importante durante todo el año, en otoño e invierno su uso aumenta dado el menor número de horas de luz. Quizás por este mayor empleo, durante estas dos estaciones se producen una mayor pérdida de intensidad o una completa avería, haciendo muy necesaria su sustitución. Recuerda que de no hacerlo de forma rápida, podrías ser multado por llevar algún faro fundido.
Las bajas temperaturas hacen que resulte complicado arrancar el coche, por lo que si tienes la batería poco cargada lo más probable es que un día no puedas desplazarte.
Con el frío y las lluvias, los neumáticos pueden sufrir muchísimo. Un reventón, un desgaste o cualquier otro problema derivado del efecto de las condiciones meteorológicas sobre la carretera hacen que muchos conductores tengan que reponer sus ruedas.
Sin duda estamos ante una pieza que solo se utiliza durante el otoño y el invierno. Cuando la temperatura exterior es más fría que la interior, nos podemos encontrar con problemas de visibilidad que con una luna térmica averiada hacen imposible la conducción.
Gracias a este líquido disponemos de calefacción en nuestro vehículo. Además, se encarga de mantener el motor a una temperatura constante para un buen funcionamiento. Si este dañado, no solo conduciremos con frío, si no que será más difícil circular con el coche.
Ahora que ya sabes qué piezas se ven más afectadas en otoño, toca prestar la debida atención para evitar encontrarte con una avería. Si ya tienes algún problema de estos, no dudes en visitar nuestra sección de recambios con un amplio stock de piezas con diferentes modelos y marcas.